LA ATRACCIÓN DE LOS OPUESTOS
Esta unión de elementos sexuales masculino - femeninos en
cada una de las glándulas del organismo humano está sabiamente simbolizada en
las imágenes del tantrismo del Tibet donde cada Dios aparece acompañado de una
Diosa o Shakti femenina.
Las tragedias del mundo son terribles y cada hombre y cada
mujer desde los catorce años de vida anda buscando su complemento sexual.
Un varón cualquiera puede encontrar en alguna mujer su
complemento para determinada función específica, pero puede darse el caso de
que sólo con otra mujer encuentre el complemento para su centro de gravedad
fundamental.
La mujer en esto no es una excepción y ahora nos explicamos
mejor la causa trágica sexual de los famosos triángulos, que siempre terminan
con el divorcio o con balazos.
Sólo con la virtud, sólo cumpliendo con el precepto de NO
ADULTERAR, dejan de existir los triángulos fatales.
Lo ideal en el amor es encontrar a la otra mitad, la otra
media naranja, el alma gemela.
Sólo el complemento total y perfecto puede darnos felicidad
inagotable; desgraciadamente es mucho pedir, nosotros no merecemos tanto, todos
nosotros estamos llenos de Karma.
En la vida matrimonial, hemos podido verificar que a veces
conduce el hombre y otras veces la mujer;
En todos los hogares hay uno que conduce y otro que es
conducido; no se confunda esto con aquello de mandar y de ser mandado.
Lo que estamos diciéndole es algo astrológico, por ejemplo:
Venus debe conducir a la Luna, Mercurio a Venus, Saturno a
Mercurio, Marte, a Júpiter.
Es claro que para ello se necesita saber cuál es la estrella
que guía nuestra vida.
Estas sabias combinaciones de tipo astrológico significan
mutua atracción y perfecto complemento sexual.
Cualquier otro tipo de uniones sexuales fuera de este orden,
resulta absurdo y hasta ilegítimo porque viola la naturaleza sexual de los
interesados, dejándoles profundas heridas psíquicas, muy difíciles de
cicatrizar.
El hombre mercurial que adora a la bella venusiana por el
amor y la dulzura que ella irradia, puede sacarla de la pereza y darle ligereza
mercurial que ella necesita.
La mujer jupiteriana locamente enamorada del hombre marciano puede
extinguir en él su violencia y encauzarlo en forma edificante.
El prototipo lunar tiende siempre a moverse hacia el
venusino;
el venusino hacia el mercurial,
y el mercurial hacia el saturnino,
el saturnino hacia el marcial,
el marcial hacia el jupiterino
y el jupiterino da vuelta hacia el lunar.
La atracción de los contrarios tiene su origen en ese modelo cósmico, divinal e
inefable.
Sobre esta base de combinaciones cósmicas maravillosas,
pueden combinarse los prototipos humanos para establecer sobre la faz de la
Tierra el Matrimonio Perfecto.
(Libro "El Collar del Buda", capítulo 7, escrito
por S.A.W)
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